Hay recetas que huelen a hogar, y las croquetas de papa y zanahoria con perejil son una de ellas. Crujientes por fuera, tiernas por dentro y con ese sabor reconfortante que solo la comida casera puede tener. Son ideales para acompañar cualquier plato, para servir como aperitivo o incluso para disfrutar en una merienda salada con una salsa cremosa. Además, su color dorado con toques verdes las hace irresistibles a la vista.
Estas croquetas nacen de la sencillez y del aprovechamiento. En muchas cocinas de nuestras abuelas, las sobras de puré de papa se transformaban en pequeñas delicias doradas, con un toque de hierbas frescas y el dulzor natural de la zanahoria. Es una receta que combina sabor, textura y nostalgia en un solo bocado.
Hoy te enseño cómo prepararlas paso a paso, con trucos para que queden firmes, sabrosas y perfectas para freír o cocinar al sartén sin que se desarmen. ¡Verás que se convertirán en un clásico en tu mesa!
Ingredientes
- 4 papas medianas
- 2 zanahorias grandes
- 2 huevos
- 3 cucharadas de harina de trigo (puedes usar pan rallado si prefieres más textura)
- 2 cucharadas de perejil fresco picado
- 1 cucharadita de sal
- 1 pizca de pimienta negra molida
- 1 diente de ajo finamente picado
- Aceite vegetal para freír o cocinar
Modo de preparación
1. Lava las papas y las zanahorias. Pélalas, córtalas en trozos medianos y llévalas a una olla con agua y sal. Cocina hasta que estén bien tiernas, unos 15 a 20 minutos.
2. Escurre y aplasta las papas y las zanahorias con un tenedor o prensador hasta obtener un puré homogéneo. No agregues agua ni leche, ya que necesitamos una textura firme para formar las croquetas.
3. Añade los huevos, la harina, el ajo, el perejil picado, la sal y la pimienta. Mezcla bien hasta integrar todos los ingredientes. Si la mezcla está demasiado blanda, añade un poco más de harina o pan rallado hasta que puedas moldear sin que se pegue en las manos.
4. Forma cilindros o bolitas con la mezcla, del tamaño de tu preferencia. Puedes darles forma alargada como las de la imagen para un resultado más rústico y casero.
5. Calienta una sartén con un poco de aceite a fuego medio. Cocina las croquetas por todos los lados hasta que estén bien doradas. Si prefieres freírlas, utiliza suficiente aceite caliente para cubrir la mitad de las croquetas y voltéalas cuando estén doradas.
6. Retira y colócalas sobre papel absorbente. Sirve calientes, con una salsa de yogur, mayonesa con ajo o simplemente solas: ¡son deliciosas!
Dicas prácticas
Para lograr croquetas firmes, deja enfriar la mezcla en el refrigerador por 30 minutos antes de darles forma. Esto ayuda a que se compacten mejor y no se rompan al cocinar.
Si deseas un toque extra de sabor, agrega un poco de queso rallado o cebolla picada fina. También puedes sustituir el perejil por cilantro o cebollín, según tu gusto.
Guarda las croquetas en un recipiente hermético en la nevera hasta por 3 días, o congélalas crudas para tener siempre una opción rápida y saludable lista para cocinar.
Versión saludable
Para una versión más ligera, en lugar de freírlas, hornéalas a 200 °C durante 25 minutos o hasta que estén doradas. Rocíalas con un poco de aceite en spray para que queden crujientes sin exceso de grasa.
También puedes sustituir la harina de trigo por avena molida o harina integral, y usar solo las claras de huevo para reducir el contenido calórico. El resultado es igual de sabroso, pero más liviano y nutritivo.
Idea para vender
Estas croquetas de papa y zanahoria son ideales para venta casera. Puedes ofrecerlas en porciones de 6 unidades en envases biodegradables, acompañadas con un pequeño dip de salsa blanca o mostaza dulce. Su apariencia dorada y casera atrae a quienes buscan comidas naturales y artesanales.
El precio sugerido por porción es de entre 2,50 y 3,00 dólares, dependiendo del tamaño y los acompañamientos. Si las vendes congeladas, colócalas en bolsas selladas con etiquetas que indiquen instrucciones de cocción, lo que las vuelve perfectas para el público que busca opciones prácticas y saludables.
Conclusión inspiradora
Las croquetas de papa y zanahoria son un homenaje a la cocina simple y generosa. Son el ejemplo perfecto de cómo unos pocos ingredientes pueden transformarse en algo extraordinario. Su textura suave y su sabor delicado conquistan tanto a niños como a adultos, y su versatilidad las convierte en una receta imprescindible.
Prepáralas una vez y verás cómo se convierten en una tradición familiar. Porque no hay nada como el sabor cálido de lo hecho en casa, servido con amor y compartido en buena compañía.





