Los ravioles caseros son una deliciosa especialidad de la cocina italiana que ha conquistado el paladar de muchos amantes de la pasta. Estos pequeños paquetes de masa rellenos son versátiles y se pueden combinar con una variedad de salsas para crear platos exquisitos. Preparar ravioles caseros puede parecer una tarea laboriosa, pero el resultado final vale la pena cada minuto de esfuerzo.
La magia de los ravioles caseros radica en la combinación de una masa suave y tierna con un relleno sabroso. La masa se prepara con ingredientes simples como harina, huevos, sal y agua, y requiere un amasado cuidadoso para lograr la consistencia perfecta. El relleno puede variar según tus preferencias, desde clásicos como la ricota y espinacas, hasta opciones más creativas como carne, mariscos o vegetales.
Una vez que los ravioles están listos, se cocinan en agua con sal hasta que estén al dente. Luego, se sirven con una salsa de tu elección y se pueden decorar con queso rallado y hierbas frescas. Los ravioles caseros son una opción ideal para impresionar a tus invitados en una cena especial o simplemente para disfrutar de un plato reconfortante en cualquier ocasión.
Ingredientes
- 300 gramos de harina
- 3 huevos
- 1 cucharadita de sal
- Agua, si es necesario
- 300 gramos de ricota
- 200 gramos de espinacas cocidas y escurridas
- 50 gramos de queso parmesano rallado
- Sal y pimienta al gusto
- Salsa de tomate o crema, según tu preferencia
Preparación
1 . En un recipiente grande, coloca la harina y haz un hueco en el centro. Rompe los huevos en el hueco y agrega la sal.
2. Con un tenedor, comienza a batir los huevos e incorpora la harina de a poco hasta obtener una masa que se despegue de las manos. Si la masa está muy seca, puedes agregar agua de a poco.
3. Transfiere la masa a una superficie ligeramente enharinada y amásala durante unos 10 minutos, hasta que esté suave y elástica. Envuélvela en papel film y déjala reposar durante 30 minutos.
4. Mientras tanto, prepara el relleno. En un recipiente, mezcla la ricota, las espinacas cocidas y escurridas, el queso parmesano rallado, la sal y la pimienta. Reserva.
5. Pasado el tiempo de reposo de la masa, divídela en dos partes y estira cada una con un rodillo hasta obtener una lámina delgada.
6. Coloca cucharaditas del relleno sobre una de las láminas de masa, dejando un espacio de aproximadamente 2 centímetros entre cada porción.
7. Cubre con la segunda lámina de masa y presiona suavemente alrededor de cada porción de relleno para sellar los ravioles.
8. Con un cortador de ravioles o un cuchillo afilado, recorta los ravioles y colócalos sobre una bandeja enharinada.
9. En una olla grande, hierve agua con sal y cocina los ravioles en lotes durante unos 2-3 minutos, o hasta que estén al dente. Retíralos con una espumadera y colócalos en un plato caliente.
10. Calienta la salsa de tu elección y viértela sobre los ravioles. Decora con queso rallado y hierbas frescas.
11. Sirve los ravioles caseros de inmediato y disfruta de su exquisito sabor casero.
Notas y Consejos
Puedes variar el relleno de los ravioles caseros según tus preferencias. Prueba con carne, mariscos, vegetales u otros quesos. Si no tienes cortador de ravioles, puedes utilizar un vaso pequeño para cortar la masa alrededor de cada porción de relleno. Asegúrate de sellar bien los ravioles para evitar que se abran durante la cocción.