Las Croquetas de jamón son un manjar irresistible que deleita a todos con su sabor suave y cremoso. Originarias de la cocina española, estas deliciosas bolitas fritas son el acompañante perfecto para cualquier ocasión: desde reuniones familiares hasta fiestas con amigos. Su combinación de jamón picado y una suave bechamel logra una textura y un sabor únicos que cautivan los paladares más exigentes.
Preparar unas auténticas Croquetas de jamón es todo un arte culinario. Cada bocado nos transporta a la tradición y al buen hacer de la gastronomía española. El proceso de elaboración, aunque requiere un poco de paciencia y tiempo, vale la pena cada esfuerzo cuando se obtienen croquetas caseras doradas y crujientes por fuera, y suaves y cremosas por dentro.
Ya sea como entrante, aperitivo o incluso como plato principal, estas croquetas siempre roban el protagonismo en la mesa y se convierten en el centro de atención de todos los comensales. Su aroma irresistible y su sabor exquisito hacen que sea difícil resistirse a probar una y otra vez. ¡Prepárate para sorprender a tus invitados con unas croquetas caseras que quedarán en sus recuerdos gustativos durante mucho tiempo!
Ingredientes
- 200 g de jamón serrano picado
- 4 cucharadas de mantequilla
- 1 cebolla picada finamente
- 4 cucharadas de harina
- 500 ml de leche
- Sal y pimienta al gusto
- Una pizca de nuez moscada
- 2 huevos batidos
- Pan rallado
- Aceite para freír
Preparación
1. En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega la cebolla picada y cocínala hasta que esté transparente.
2. Añade el jamón serrano picado a la sartén y saltéalo por unos minutos hasta que esté ligeramente dorado y suelte su aroma.
3. Espolvorea la harina sobre el jamón y la cebolla, y mezcla bien hasta obtener una pasta homogénea.
4. Vierte gradualmente la leche en la sartén, revolviendo constantemente para evitar grumos. Continúa cocinando la mezcla hasta que espese y obtengas una bechamel suave.
5. Sazona la bechamel con sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Mezcla bien todos los ingredientes y cocina a fuego lento durante 5 minutos más.
6. Transfiere la mezcla a un recipiente y déjala enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigérala durante al menos 2 horas para que adquiera consistencia.
7. Una vez que la mezcla esté fría y firme, forma las croquetas con las manos o con la ayuda de dos cucharas.
8. Pasa cada croqueta por huevo batido y luego por pan rallado, asegurándote de cubrirlas completamente.
9. Calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio-alto. Fríe las croquetas en lotes, volteándolas para que se doren de manera uniforme.
10. Retira las croquetas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Notas y consejos
- Puedes congelar las croquetas antes de freírlas para tenerlas listas en cualquier momento.
- Si quieres darle un toque extra de sabor, puedes añadir queso rallado a la bechamel.
- Sirve las croquetas calientes como aperitivo o acompáñalas con una ensalada para convertirlas en un plato principal.